En la actualidad, se ha aumentado el interés de los padres porque sus hijos realicen deporte. Ya que se considera a este como un factor de protección y de desarrollo físico, psicológico y social en la integralidad del niño o adolescente. Además, la práctica deportiva fomenta la adquisición de valores como el compromiso, el respeto, la responsabilidad, la solidaridad, el altruismo y la empatía. Estos valores no solo los adquiere el niño que practica el deporte, sino también son obtenidos por sus sistemas familiares.
El compromiso de los padres y de las madres con sus hijos puede verse representado de diversas maneras: acompañamiento a competencias y entrenamientos, asistencia a sesiones de trabajo que panifica el equipo deportivo para los padres, fomento de hábitos de vida saludables, compra de materiales deportivos, palabras de apoyo y afecto, respeto por su deporte, por sus capacidades y por sus metas.
El establecimiento de metas de cada niño depende en gran medida de los siguientes aspectos:
- sus necesidades físicas y psicológicas,
- de los recursos (tiempo – espacio – profesionales – economía; entre otros) con los que cuenta la familia,
- la edad del deportista es sumamente importante; si se entrena en deporte de formación o deporte alto rendimiento, las exigencias físicas, técnicas y psicológicas son completamente diferentes para cada tipo de actividad.
Por lo tanto, el establecimiento de metas de su hijo (a) puede realizarse de la siguiente manera:
- Junto con su hijo (a) y con el entrenador; sin pasar los límites y responsabilidades como padres; establezcan las metas que desean conseguir, con tareas específicas e indicadores de seguimiento. Recuerde que es el entrenador el profesional en el deporte, por lo tanto, las actitudes de coherencia, cooperación y confianza son fundamentales para el desarrollo optimo del deportista.
- Atendiendo las necesidades y los deseos de su hijo (a) establezcan metas y tareas de acuerdo con lo que él o ella desean conseguir en el ámbito deportivo. Siempre respetando la autonomía y el desarrollo físico y psicológico sano.
- Fomente la comunicación asertiva: procure comunicar sus ideas, deseos, opiniones, sentimientos o derechos de forma clara, directa, honesta y respetuosa, sin la intención de herir o perjudicar a su hijo (a).
- Disfrutar del deporte, aprender con él y mejorar gracias al deporte: es importante que se resalte el deporte como un factor protector en el desarrollo integral de la persona.
- Escribir y analizar las expectativas que como padre o madre tiene con el desarrollo deportivo de su hijo (a): es importante no proyectar “sueños o metas frustradas” propias en los hijos. Por esto, es importante tomar un tiempo y analizar la pregunta ¿qué quiero para mi hijo? ¿por qué / para qué deseo qué cumpla X meta?
- Realicen un seguimiento mensual de las metas: cada mes pueden hacer seguimiento de las metas, enfocándose en los pequeños o grandes avances, en las sensaciones, emociones y hábitos que han mejorado el rendimiento deportivo, además, pueden analizar sobre posibles ajustes o cambios que se deban realizar, siempre con comunicación asertiva, apoyo y feedback positivo.
Finalmente, se recuerda que todas las metas que se establezcan son para mejorar el desarrollo integral de su hijo (a), y a la vez, optimizar el rendimiento deportivo. Su acompañamiento es sumamente importante para el crecimiento saludable del joven.